La emergencia sanitaria puso a estos profesionales en la “primera línea” a nivel de colegios, siendo los encargados de armar protocolos de higiene y en muchos casos, de liderar el plan para una vuelta segura a los establecimientos. Siete especialistas cuentan su experiencia.
Margherita Cordano F.
Previo a la llegada del coronavirus y el posterior cierre de colegios, la mayor parte del tiempo que el enfermero Patricio Villareal pasaba en el Liceo Bicentenario Politécnico Aquelarre de Teno estaba dedicado a labores docentes: si bien mantenía su trabajo como la persona a cargo de velar por la salud de los estudiantes, su labor también consistía en enseñar a quienes cursaban la especialidad de Atención en Enfermería en este establecimiento técnico-profesional, que está ubicado en la Región del Maule.
“Pero de un día para otro, la visión de trabajo cambió totalmente. Como equipo de enfermería, todo el plan sanitario interno quedó a cargo de nosotros; nos toca encargarnos de la implementación de seguridad, los protocolos y el plan retorno”, comenta a propósito de las nuevas funciones que debieron asumir a partir de la crisis sanitaria.
Verónica Álvarez, enfermera jefe de la red de colegios Seduc, a la que pertenecen establecimientos como el Cordillera, Huelén o Tabancura, explica que en su caso, desde mayo, tuvieron “un intenso trabajo enfocado en lograr la mayor seguridad posible para toda la comunidad escolar ante un eventual retorno, desarrollando todos los protocolos con relación a identificación de un caso sospechoso, medidas de higiene, uso de elementos de protección personal y normas de operación del colegio, que aseguren la trazabilidad de eventuales casos. Además, se desarrollaron protocolos de información y capacitación para todos los segmentos de la comunidad escolar”.
Junto con esto y a propósito de la vuelta a clases presenciales, a los enfermeros de la red hoy les toca estar presentes al ingreso y salida de los alumnos —instancia en que, por ejemplo, se les toma la temperatura—, “y también durante los recreos, asegurando que mantengan la distancia, utilicen bien la mascarilla y que se cumplan los protocolos. También hemos tenido que apoyar más a todos los estamentos en la correcta utilización y retiro de los elementos de protección personal”.
Estas nuevas tareas que han tenido que asumir los enfermeros escolares se suman a las muchas otras labores que les toca hacer durante el día: desde tratar a los miembros de la comunidad escolar que presentan alguna dolencia, hasta tener que atender a niños que se golpearon en el recreo o que necesitan de tratamientos diarios debido a una condición crónica.
Trabajo en equipo
A propósito de estos nuevos y antiguos roles, una editorial de la revista Journal of School Nursing describió la enfermería escolar como “clave para la salud, seguridad y éxito de los estudiantes”, agregando que, “en este momento, su papel no podría ser más importante”. Por su parte, el New York Times bautizó su actual rol como “crucial”.
“Nuestro trabajo ahora también es muy de equipo; conversamos con los prevencionistas de riesgo y con la Mutual de Seguridad”, comenta Prisila Ilufi, la persona a cargo de la sala de Primeros Auxilios —a la que ahora también se suman salas de aislamiento especialmente habilitadas para casos de sospecha de coronavirus— en el Colegio Inglés de Talca.
Igual de necesario es estar capacitando y en permanente contacto con el personal de aseo, dice Ilufi.
A propósito de protocolos y aseo, a través de una conversación virtual con “El Mercurio”, cuatro representantes de la Sociedad Chilena de Enfermería en Salud Escolar (Sochiese) comentan que cuando se trata de mantener la higiene muchos colegios del país aún presentan ciertos problemas.
“La evaluación de la infraestructura del centro educacional es clave, a objeto de ver con qué se cuenta y qué hace falta. Si bien es cierto que el Mineduc entregó a los sostenedores una primera caja de material —kits que incluyen alcohol gel, cloro y jabón, por ejemplo—, hay muchas cosas con que los colegios no cuentan: tapas de excusado, por ejemplo. Y una de las recomendaciones que hoy existen para prevenir es bajar la tapa antes de tirar la cadena”, indica Ximena Carreño, enfermera que ejerce en un colegio en Providencia.
En ese sentido, este tipo de evaluaciones es necesario hacerlas en el preingreso a clases, advierte Stella De Luigi, quien trabaja en un colegio que se ubica en Las Condes.
Asimismo, la enfermera recuerda que parte importante de la labor que ejercen sus colegas trabajando en establecimientos educativos hoy pasa por asegurar “un trabajo mancomunado con las casas, porque no sacamos nada con tener todo asegurado en el colegio si el circuito casa-colegio-casa no respeta los protocolos”.
Con esto en mente, la tarea de educar a familias y apoderados también se ha vuelto parte de su rol.
“Este es un trabajo bastante importante, por lo mismo es indispensable y necesario que los colegios cuenten con un personal sanitario, siendo el más idóneo una enfermera”, dice Carreño (ver recuadro).
“Son quienes conocen el ciclo completo de la vida del ser humano, y así pueden tratar con funcionarios, familias y niños, a quienes se conoce desde que entran a prekínder”, concluye.
la pandemia del
Coronavirus
La Sochiese trabajó en forma conjunta con profesionales de nueve países para elaborar un “Plan Estratégico de Enfermería Escolar para el retorno seguro a las aulas durante la pandemia por SARS-CoV-2” , documento disponible para consulta (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.). En la imagen, una enfermera escolar de un establecimiento privado en Santiago, capacitando a otros miembros sobre protocolos de higiene. GENTILEZA S. DE LUIGI
Inmunización
La Sociedad Chilena de Enfermería en Salud Escolar aboga para que, a nivel país, se promueva que todos los centros educativos —o al menos las comunidades en las que están insertas— cuenten con una enfermera dedicada a la labor en colegios, algo que ahora no ocurre. Isabel Ramos, enfermera de un establecimiento en La Reina y miembro de Sochiese, ejemplifica la importancia que tiene la enfermería escolar: “Es importante velar para que el programa de inmunización del país se cumpla, y es en los colegios donde está el nicho para que eso ocurra”, indica. “Incluso en estos meses, hemos tenido que cumplir a cabalidad con esta tarea”, agrega, dando a entender que a principios del año escolar, pese a la llegada del covid-19 y el cierre de colegios, muchos programaron jornadas especiales para poner la vacuna de la influenza.
Si bien los Cesfam y las clínicas privadas también entregaban esta opción, a propósito de la pandemia, “muchos papás no quieren ir a servicios asistenciales”, dice Ximena Carreño. De ahí que sea un problema que muchos colegios no cuenten con personal capacitado para vacunar y hacer seguimientos, puntualiza.
Al día
A medida que se conoce más sobre el SARS-CoV-2, es necesario ir actualizando protocolos relacionados, advierte Gloria Carvajal, directora de la Sociedad Chilena de Enfermería en Salud Escolar. En este sentido, la especialista recuerda que la labor de la enfermería escolar no descansa.
“Hay que estar al día en cuanto a toda la evidencia nueva. Se empezó promoviendo una distancia de un metro, seguimos con metro y medio, un metro ocho y ahora vamos en dos. La forma de difusión del virus ha ido cambiando también. Por eso, estar leyendo todas las investigaciones nuevas es parte de lo que tenemos que hacer”, dice.