Por ejemplo, el 40,1% de la población adulta tiene síndrome metabólico. Esto es, tienen presión arterial, triglicéridos y glucosa en ayuno sobre los rangos saludables; la circunferencia de su cintura supera los estándares de la Organización Mundial de la Salud (80 cm en mujeres y 90 cm en hombres) y poseen un nivel bajo del colesterol HDL, coloquialmente llamado "colesterol bueno". También se configura el síndrome cuando las personas tienen los indicadores antes mencionados bajo control pero toman fármacos para ello.
Si a todo lo anterior se le suman otras condiciones como enfermedad renal crónica, tabaquismo o antecedentes familiares de infartos o ataques cerebrovasculares, entonces se configura el riesgo cardiovascular. Y la ENS mostró que una de cada cuatro personas mayores de 15 años tiene alto riesgo cardiovascular. Es decir, el 25% tiene una alta propensión a sufrir infartos o accidentes cerebrovasculares.
Enfrentar la situación anterior "es uno de los principales desafíos", dijo la ministra de Salud, Carmen Castillo. Y el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, añadió que "es importante tomar conciencia, porque si es que no lo hacemos, no hay sistema de salud que aguante. Por mucho que tratemos de avanzar en tener médicos especialistas, infraestructura, que hemos hecho el tremendo esfuerzo como país, la verdad es que eso va a tener el límite".
Ambas condiciones de salud anteriores aumentan con la edad. Pero también hay diferencias según vulnerabilidad: quienes tienen menos de ocho años de escolaridad tienen 28,8 y 37 puntos más de prevalencia de síndrome metabólico y alto riesgo cardiovascular que quienes tienen 12 o más años de educación formal.
La encuesta, además, midió otros hábitos que podrían incidir en todo lo anterior: solo el 28% de la población toma al menos seis vasos de agua al día, el 9,2% come pescado y 24% ingiere legumbres al menos dos veces a la semana. Es decir, la mayoría no cumple las recomendaciones.
Sobre por qué los chilenos llegaron a estos niveles, Burrows dijo que tiene que ver con un cambio cultural a raíz del crecimiento económico del país desde los años 80. "Hubo mucha abundancia (de recursos y acceso a servicios como comida rápida), sin la cultura para que esa abundancia no afectara la salud", enfatizó.
La ministra Castillo, por su parte, comentó: "Lo que estamos haciendo mal es que no estamos alimentándonos como corresponde, somos más sedentarios (...). No solamente este ministerio, sino las otras carteras, la academia, la sociedad civil, todos somos responsables de lo que estamos viviendo".
Sobre cómo enfrentar estos resultados, la académica de la U. Católica Paula Margozzini expresó: "Una ley de etiquetado de alimentos bien implementada podría, por ejemplo, disminuir en 4% la ingesta calórica total de todos los chilenos", lo que haría que entre la adolescencia y los 50 años dejen de ganar los 20 kilos que actualmente suben.
El ex presidente del Colegio Médico, Enrique Paris, por su parte, dijo que el futuro se ve "muy desalentador. El impacto en el sistema va a ser enorme". A su juicio, "hay que comenzar por educar en la infancia, retirar la sal de la mesa, no ponerle azúcar a los alimentos, favorecer la lactancia materna, fomentar el ejercicio, evitar el cigarrillo y el alcohol".
Mientras, el presidente del Colegio de Nutricionistas, Paolo Castro, enfatizó que "es importante que desde los colegios la alimentación sea un foco. Así como incorporan el saber sumar y restar, incorporen la alimentación como un eje temático".
Mejoras en salud bucal y en desarrollo infantil
En la encuesta destacan las mejoras en salud bucal de los chilenos, ya que las caries bajaron 11,7 puntos respecto del 66,3% en 2003.
Las mujeres resaltan en este ítem, porque registraron una disminución del 13% en comparación con ese año
Pero 27% de los encuestados tiene una dentadura no funcional, es decir, tienen 20 dientes o menos. En tanto, el 22% usa prótesis dental removible.
Otra mejora que arrojó el estudio fue la reducción de los niños de tres años con retraso de desarrollo funcional, es decir, aquel niño que no es capaz de realizar las funciones que corresponden a su edad y a la inmediatamente anterior. Hoy, solo un 11% presenta este problema, contra el 25% de 2006.
6,2% de los chilenos sufre de depresión
Por primera vez la encuesta arroja datos sobre la salud mental de la población mayor de edad.
El estudio indica que el 6,2% de los adultos tiene depresión. En cuanto al sexo de los afectados, hay un gran contraste: mientras solo el 2% de los hombres presenta depresión, el 10% de las mujeres sufre este mal.
En cuanto a grupos etarios, las personas entre 45 y 54 años presentan el mayor porcentaje de depresión, con un 8,5%.
Y frente a la pregunta "¿alguna vez ha pensado seriamente en suicidarse en los últimos 12 meses?", este mismo grupo arrojó un 3,4%, el mayor índice. Mientras a nivel nacional solo un 2,2% respondió afirmativamente.
Del 6,2% que tiene depresión, solo un 1,6% se encuentra en tratamiento en el programa de Garantías Explícitas de Salud.
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